por wuwei (natàlia)
en català aquí.
contenido: mención de estrés postraumático, ansiedad, miedo, maltrato, cosnumo y agresiones
Hace unos meses decidí alejarme de ciertas formas de hacer activismo. Debido a esto decidí cerrar este blog con la intención de no volver (aquí lo expliqué). Mi motivación era compleja (había diferentes motivos mezclados) y creo que fue una decisión acertada por el momento que estaba viviendo. Alejarme y hacerlo sin la sensación de ser temporal me ha ayudado a tomar perspectiva y a curarme muchas cosas. Me ha permitido sumergirme mejor en el proceso terapéutico en el que estaba. Después de todos estos meses de terapia y resituarme en muchas de las cosas que habían sido importantes en mi vida, he estado pensando mucho en qué hacer con esta necesidad que tan a menudo tengo de escribir o de hacer ciertos tipos de actividades que hacía anteriormente. He podido, de hecho, (re)conectar con la motivación que me movía, o he podido comprenderla de forma más genuina. La (re)conexión emocional no ha sido fácil, pero me ha permitido comprender. Pero ahora desde otro prisma. He estado inmersa en un proceso terapéutico muy importante y que me ha dado muchas herramientas para poder comprenderme y entender qué quiero hacer y como lo quiero hacer.
Los motivos para escribir este texto son dos. El primero es hacer un proceso de sinceridad, no solamente hacia quien quiera leerlo sino también hacia mí misma, para exponer cuales han sido las dificultades y qué me llevó a sentirme como me sentí, así como también como me siento ahora y el porqué de estas diferencias. El segundo motivo, por otro lado, es expresar mi vuelta y el contexto de esta, intentando ordenar un poco qué es lo que estoy buscando con todo esto. La sinceridad, en este caso, no viene motivada por el hecho de creer que anteriormente no había sido sincera, sino para poder exponer cosas de las cuales no era consciente anteriormente, así como explicar partes de mi proceso terapéutico que me ha llevado a resituarme y redefinirme para volver a un punto que no es exactamente el mismo de antes, sino a otro punto que yo siento bastante diferente.
Uno de los motivos por los cuales cerré esto fue debido a sentirme perdida en cuanto a mis motivaciones, mientras a la vez no conseguía gestionar muy bien muchas de las cosas contradictorias que veía y vivía: me molestaba como se gestionaban o manipulaban ciertos discursos de forma superficial, pero lo que me molestaba no eran aquellas contradicciones que muchas veces desde posiciones que creemos de autoridad discursiva criticamos como, por ejemplo, no conseguir tener el tipo de relaciones perfectamente no-monógamas, no ser la persona perfectamente feminista, comprar un día en una de esas cadenas donde te prometiste que no comprarías por motivos éticos, o cosas por el estilo, sino, por ejemplo, cosas como usar constantemente la palabra y el concepto del anticapitalismo para generarte un discurso que beneficia de alguna manera a tu postura no-monógama y darle de paso una excusa política a comportamientos altamente consumistas pero después que te dé igual que a tu vecina la desahucien. Eran estas contradicciones las que más me dolían. Que, en el fondo, más que contradicciones son más bien manipulaciones. O bien dedicarte a hablar constantemente de conceptos relacionales rompedores mientras de escondidas pisas a otres para generar poder sobre elles de forma más bien sistemática. Me era muy difícil separar algunas de las experiencias vividas con el entorno en general, seguramente debido al propio estrés postraumático que arrastraba desde hacía muchos años. Y, también, me generaba mucha desconfianza hacia mí misma, por miedo a estar haciendo yo lo mismo. Necesitaba revisarme y separar emociones de alguna manera.
No sé si realmente me desvié de la motivación que me llevó a escribir, o simplemente no me había parado a pensar mucho cuáles eran estas motivaciones. O sea, sí, pero no totalmente. Necesitaba espacio para la reflexión, alejándome emocionalmente de muchas cosas. Necesitaba respirar y comprender qué quería hacer y porqué. Sin las interferencias de cuando estás dentro y no sabes qué parte de tú se está dejando llevar y qué parte no. Porque también creo, además, que muchas veces nos dejamos llevar por algunos discursos sin reflexionarlos, no solamente para poder formar parte de los espacios, sino también por las propias dinámicas en las relaciones. Algunos de estos espacios se acaban convirtiendo en guettos o con discursos muy sectarios con poco espacio para cierto tipo de diferencias. Entiendo que hay diferencias imposibles, que creo que no hace falta listar, pero a veces parece que no haya espacio para las “pequeñas” diferencias, o para ciertas contradicciones o, incluso, para podernos relajar un poco en nuestra constante deconstrucción, así como a las equivocaciones. A veces juzgamos demasiado rápido algunas cosas, poniéndolas en sacos en los que no pertenecen. Espero que esto no sea apropiado por personas con privilegios como excusa para ejercer violencias, como suele pasar. Especialmente señores (machis) y maltratadores. Estoy demasiado acostumbrada a que señores en general y en particular maltratadores aprovechen estas críticas para su beneficio. Esto no es para ellos, ni va por aquí la cosa. Hablo de otras cosas, como las contradicciones de las que hablaba en el párrafo anterior o bien no preocuparse por la vecina de 80 años desahuciada porque es demasiado monógama, no es feminista, no entiende sobre ciertas ideologías políticas o bien no sabe lo que es una persona bisexual.
Las dinámicas de poder en muchos de los espacios también me provocaban mucha aversión. De hecho, era un tema recurrente que tenía en muchos de mis escritos, especialmente durante el último año o los últimos dos años. No sabía cómo gestionar lo que sentía. Además, el problema fue al final que cuando las compartía me he visto expuesta a volverlas a sentir por las mismas personas que, de hecho, me utilizaban para gestionar sus mierdas apropiándose de mis propias quejas. Sé que parece muy complicado lo que acabo de exponer, lo es. Pero lo he vivido repetidas veces. El año pasado fue especialmente un año donde acabé sintiendo mucha desconfianza, que se mezcló con la desconfianza que ya cargaba en las relaciones en general, debido a pasadas relaciones de maltrato, de consumo y de agresiones. No obstante, una cosa que he ganado durante la terapia ha sido poder reconocer las alarmas y los mecanismos a tiempo y ahora sé cómo focalizar mi desconfianza sin que la acabe aplicando a todo o a nada.
Las dinámicas de poder que comentaba, además, hicieron que necesitara dar un paso atrás por miedo a estar cayendo yo misma en ellas. Voy a ser sincera, es muy difícil sobrevivir a ciertos ambientes y hacer cierto tipo de activismo más visible si no participas de estas dinámicas. Lo he comprobado yo misma. Si no participas o bien lo que haces no llega o bien te pueden literalmente hundir. Yo misma en algún momento caí en ciertas dinámicas que detesto. Y esto me hizo sentir aún peor. Porque yo no he venido aquí para eso. He necesitado revisión, aprender a situarme sin morir en el intento, así como también comprender, como ya decía anteriormente, cuáles son los motivos para escribir y hacer ciertas actividades. Hasta que no lo he tenido claro he preferido no dar ningún paso. No quiero entrar en estas dinámicas, quiero centrarme en mis motivaciones y seguir con ellas de forma consciente, apartarme de todo aquello que, no solamente no me gusta, sino que contradice altamente mi propio discurso (así como el de muchas).
Finalmente, a todas las desconfianzas relacionales que ya he comentado, se sumó desconfianza debido a ciertas vivencias personales y relacionales bastante malas por cómo se acercaban algunas personas dentro de ambientes activistas y de los movimientos sociales. No entendía muchas veces la motivación con la que la gente se acercaba a mí y todavía menos con la que se alejaban después, y esto me generaba ansiedad y miedo. O bien, algunas veces, sentí que no se tenía en cuenta como me sentía y se me ponían sobre la mesa problemas para resolver que no tenían que ser míos. Esto he podido mejorarlo también mucho a través de la terapia, y me siento mucho más tranquila para poder detectar estas cosas a tiempo.
Hay que decir que parte del estrés postraumático que ya tenía debido a lo que ya comentaba hacía que me costara mucho confiar en la gente y en las relaciones debido a que sentía toda relación como una potencial relación de maltrato o fuente de posibles agresiones. O bien, pasaba de la total desconfianza a la total confianza para intentar mejorar mi estado, algo que tampoco ayudaba porque me hacía caer nuevamente en situaciones desagradables. No sabía cómo confiar porque no sabía cómo identificar cada situación. Esto me generaba un estado de angustia constante. He aprendido a identificar las situaciones malas y las alarmas a tiempo, también a identificar la ansiedad y los bloqueos y a situarlos donde toca. Esto me ha permitido poderme relacionar de una forma mejor para mí, y para poder compartir, confiar y a la vez defenderme y protegerme. Y esto es aplicable también a todos los estados de desconfianza que he descrito anteriormente.
He decidido que quiero volver a escribir y a hacer ciertas actividades. Esto sí, será de forma menos intensa, menos frecuente (quiero dedicar más tiempo a hacer y menos a escribir), mucho más consciente y motivada. Seguiré utilizando este mismo espacio, ya que comenzar uno nuevo me representa demasiado trabajo de muchos tipos y, como ya he dicho, quiero tener más tiempo para “hacer” cosas en vez de dedicar tanto a escribir sobre ellas. Haré un poco de limpieza, seguramente quitaré alguna cosa que ya no me guste o con la que no me identifique. Algunos escritos los reescribiré y los volveré a colgar. No vuelvo con más fuerza que nunca, solamente con más consciencia de mis motivaciones y de cómo quiero hacerlo, y con otra energía, más confiada, más tranquila. Gracias a todes les que habéis seguido a mi alrededor de alguna forma o de otra. Gracias por permitirme volver a confiar y ayudarme a entender que nos podemos relacionar realmente de otras formas. No me hace falta que seamos muchas, esto va de otra cosa. Esto va de empezar a construir, y no solamente de deconstruir, o de destruir. Gracias, de corazón.