por wuwei (natàlia)
en català aquí.
Ésta es la tercera parte de la charla ‘Memorias de una C‘. La primera parte la podéis leer aquí, la segunda aquí. la cuarta aquí, la quinta aquí y la sexta aquí.
Aviso de contenido: pensamiento monógamo, relaciones jerárquicas, jerarquías, exclusión, objetificación.
Qué es una C (y qué no es)
Me gustaría explicar a qué tipo de relación me estoy refiriendo cuando hablo de C, y a qué tipo no me estoy refiriendo. Cuando hablo de C no me estoy refiriendo a una relación que por el motivo que sea es ‘menos’ importante o ‘menos’ prioritaria: cada relación es diferente y no tenemos porque tener el mismo tipo de relación con todas las personas ni tratar a todes por igual. Una C tampoco es alguien ‘que ha llegado después o más tarde’ que B o A. tampoco es una relación a más distancia o a quien le dedicas menos tiempo, o con quien no tienes un vínculo sexual ni romántico. O sea, puede ser todo esto, pero esto no es lo que la hace ‘C’. y, aunque haga mucho hincapié en que suele ocurrir debido a la jerarquía entre pareja (o pareja ‘principal’) y el resto de relaciones, sobre todo las amistades, esto no quiere decir que siempre que se defina una relación como pareja o como amistad se esté aplicando estas jerarquías (lo que estoy señalando es que existen unas normas sociales que facilitan que sea así), como también es posible que se aplique este tipo de objetificación a través de una jerarquía que no tiene porque ser la pareja la ‘principal’ y respecto a la que se está tratando a alguien como a ‘C’.
Las C son relaciones objetificadas y jerarquizadas respecto las relaciones entre As y Bs. O sea, son personas con la que se mantiene una relación en la que ella, la C, pero que ella no puede definirla, no puede decidir o no tiene voz, o sus emociones, opiniones y voluntades no se tienen en cuenta (sobre todo se pasan por encima las de otras personas que no forman parte de la relación) o son borradas porque no son consideradas ‘relaciones reconocidas como relaciones’. Es la que no puede participar en los procesos de tomas de decisiones en las cosas que le afectan, pero que otras persona que no forman parte de su relación sí tienen voz y voto sobre su relación (normalmente la persona que sí tiene voz y voto es la pareja principal de la persona con la que está teniendo una relación). O son las que ‘no existen’.
También es posible que para alguna relación o persona estés siendo tratade como una C, pero a la vez tengas una relación con un apersona que es ‘principal’: esto no es ser una C (esto, de hecho, es la monogamia de toda la vida).
Quien suele ser más sensible a padecer esta violencia son aquellas personas que son atravesadas por otras estructuras (como el machismo, el heterosexismo, el racismo, el clasismo, el capacitismo, etc). Me preocupa el riesgo de que personas con muchos privilegios se apropien de este discurso para victimizarse y decir que están muy oprimidos. Les que normalmente quedan más marginades en las relaciones son personas que les atraviesa otras estructuras. Además, las personas con muchos privilegios, podrían, en algunos casos, beneficiarse, debido a que relaciones con poca implicación les supondría por parte de ellos no tener que sacrificar ninguno de sus privilegios con para mantener sus relaciones (dedicar tiempo, atenciones, compromisos o cuidados).
Diario de una C (Historia 2)
Hace un mes había quedado con B que nos iríamos un fin de semana. Me emocioné y a la vez estaba un poco incrédula. Una mezcla extraña de sensaciones, ya que B siempre me había esquivado una cosa así. De golpe hace unos días me comentó que marcharía una semana con A durante el agosto de vacaciones. Me he puesto muy tensa porque no sentía el derecho de reclamar nada, pero ¿y qué pasaba con lo que ya habíamos hablado? Se lo recuerdo y me empieza a decir cosas raras, como excusas, no me plantea la idea de irse el fin de semana y me propone ir un día a la playa (no volviendo demasiado tarde) como compensación.
Me he sentido muy mal pero sin derecho a pedir nada, y es que el problema para mí no es que se vaya con otra persona, sino que no entiendo qué ha pasado con el fin de semana que dijimos. Finalmente he hablado con B y me ha comentado que cuando se lo explicó a A ésta sintió celos, y después de estar hablando elles dos un buen rato decidieron que B no se iría conmigo el fin de semana, e irían elles dos una semana al País Vasco. Me he tenido que enterar debido a una crisis de ansiedad mía que ha hecho sentir a B con la obligación de comunicármelo ya que yo no me sentía bien. Me he sentido culpable e invasiva… Una de las excusas que me ha puesto es que igualmente yo no tengo ni tiempo ni dinero y que por tanto era absurdo tenerme en cuenta. Todo para que pareciese que le tendría que dar las gracias por estar decidiendo por mí.
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